Refuerzo de la zona lumbar, la más expuesta a resentirse por el peso del bebé.
Libera de tensión el nervio ciático, por el trabajo de estiramiento controlado.
Descongestión de la zona escapular (hombros, cuello, dorsal alta…) y futura preparación a la madre para coger en brazos al bebé, posición de lactancia, baňo.
Rápida recuperación tras el parto por tono abdominal y trabajo del suelo pélvico.
Eliminación de la ansiedad por práctica de ejercicio físico.
Es muy significativa la diferencia en calidad de vida entre alumnas que estando embarazadas han venido a pilates y las que lo han ido dejando en los últimos meses antes de dar a luz. Hay que ejercitarse hasta el último día.
Recomiendo pilates con aparatos, o suelo si es grupo específico pre-mamás.
Yo soy una de las embarazadas que han pasado por este estudio. Empecé cuando estaba de 3 meses de mi primer hijo y estuve hasta unos días antes de dar a luz. Conseguí aliviar mis dolores de ciatica y lumbares, y mi parto fue fenomenal. Después de la cuarentena retome las clases, reconozco que es adictivo. Con mi segundo hijo, la misma operación y el parto mejor si cabe. Ahora que mi segundo hijo tiene 6 meses, sigo yendo a mis clases de pilates, que no solo me ayudan a calmar mis dolores de espalda, sino que me sirven para mantenerme en forma y despejarme un rato. Muy recomendable.
Muchas gracias por tu comentario Laura. Pero hay una cosa que no te perdono: «Javier, el pilates viene muy bien para la espalda, pero a mi con muchos aňos federada en deporte, se me queda corto». Te voy a hacer sudar esa frase teaser a teaser ;-D.
Muy feliz con los entrenamientos a las futuras mamás y gratamente sorprendido por el baby-boom que tengo en mi centro de pilates corporalma.