Cuando tuve mi segundo embarazo, Javier me adaptó los ejercicios de Pilates tanto antes como después del parto, lo cual hizo que no sufriera los dolores de espalda del primer embarazo cuando no hice Pilates. Favoreció mi flexibilidad, el parto fue más sencillo gracias al fortalecimiento de abdominales, suelo pélvico, etc. También la recuperación post-parto fue mucho más rápida.
Concha, médica